MARC LÓPEZ  Piloto GT4

RELATO DE PADRE

Marc nace en Sant Cugat, provincia de Barcelona el 16 de marzo de 2001, no había cumplido el año que echó a andar sin pronunciar palabra y aquel mismo día se agarró a su triciclo, aún por estrenar y sin mediar palabra alguna empezó a moverlo como podía hasta conseguir desplazarse él solo por toda la casa, recorriendo pasillos incansablemente,…En un momento de distracción fuimos rodando escaleras abajo, niño, triciclo y yo,… Como un buen torero, Marc se incorporó aturdido, levantó el triciclo y se dirigió al garaje donde le esperaba su nuevo juguete, un tractor verde eléctrico al que no tardó en cogerle el tranquillo. Cada día, se tiraba sus carreras por el jardín, por el camino de casa y poco después, con su primer quad, se atrevió a recorrer el huerto frente a su casa. A los 5 años, empezó a pedir más espacio y recorrido, por lo que nos íbamos los dos por caminos de tierra entre el bosque que separa Bellaterra de San Quirze. 

“Como un buen torero, Marc se incorporó aturdido, levantó el triciclo y se dirigió al garaje donde le esperaba su nuevo juguete, un tractor verde eléctrico”

 

Detrás venía Pol de 2 años, siempre expectante, observador, precavido y celoso de su hermano mayor. No tardó en empuñar el tractor verde eléctrico, al que Marc ya no hacía caso, enfrentándose a su hermano, retándolo una y otra vez a hacer carreras para ver quién llegaba primero a completar la vuelta al jardín de casa. En aquel mismo instante, mi mujer Ángeles y yo, nos dimos cuenta que estábamos criando, sin saberlo, dos corredores, ¡quizás dos futuros pilotos de carreras de la alta competición!. No me costó demasiado aficionarme a las carreras, parecía que si de verdad quería ser un buen padre, debía de meterme de lleno en el ambiente de competición, aunque fuera ver carreras de Karts, y eso es lo que hice. Teníamos a pocos kilómetros de casa el circuito de Sallent, en Manresa, dónde acudíamos de vez en cuando a ver correr chavales que no pasaban de metro veinte, conduciendo unos petardos muy ruidosos de los que Marc y Pol se habían acostumbrado a ver, oír y oler gasolina en sus ya muchas presencias como espectadores aficionados en diversos circuitos de Karting. Estaban en su salsa, había que verlos…

“Marc y Pol se habían acostumbrado a ver, oír y oler gasolina

PUNTO DE INFLEXIÓN

El  Circuito de Catalunya Montmeló, fue la chispa que encendió la llama. Era la primera vez que pisaba un circuito así y fuimos para ver un Gran Premio de Fórmula 1. Desde la grada, Marc, Pol y yo estábamos atentos del paso de los pilotos de la F1 que desfilaban junto a unas reliquias de colección, monoplazas de época, fórmulas clásicos de los que formaron parte, hace más de 70 años, del gran circo de la Fórmula 1. No hicieron más que pasar los 5 primeros pilotos que encabezaban la comitiva del desfile de fórmulas, cuando Pol dijo: “Papá! yo quiero ser piloto y pasear como ellos por el circuito…Marc me miró y dijo:
“yo también Papá!

“Mi regreso a casa con los chavales, fue un punto de inflexión frente a lo que en adelante se iba a ir sucediendo

VAMOS A PROBAR PRIMERO

Empecé a interesarme por los karts y pasé horas navegando por internet, buscando fabricantes, marcas, modelos, mercado de ocasión,… hasta que di con un anuncio que parecía estar puesto expresamente para nosotros: “Se venden 2 karts, remolque, y recambios para iniciarse a la competición”.

Fue el verano del 2014, en el circuito de Sallent Manresa dónde hacía más de 8 años habíamos estado por primera vez con Marc y Pol viendo una carrera de Karts y ahora serían ellos quien los iban a pilotar. Llegaron los dos Karts de Albacete, Marc y Pol aún no se lo creían, se me abrazaron como dos koalas, casi sin respirar, fue un instante de felicidad del que no quería escapar, durante unos segundos, que parecieron minutos, me sentí inmerso en un sueño, un sueño que se empezaba a dibujar entre un silencio abrumador que cortaba el ambiente de actividad que inundaba el circuito. De pronto, despertemos de ese instante y nos pusimos en marcha. Yo debía de aprender a manejar las herramientas, engrasar, ajustar presiones, montar y desmontar ruedas y luego poco a poco las piezas del motor. Mantener los Karts en condiciones, limpios y apunto pasó a ser parte de mi trabajo mientras que Marc y Pol se centran en aprender bien lo de ser piloto.

“Durante unos segundos, que parecieron minutos, me sentí inmerso en un sueño que se empezaba a dibujar entre un silencio abrumador que cortaba el ambiente de actividad que inundaba el circuito

 

Primero fueron los domingos los días que dedicamos a entrenos, después el fin de semana completo y más tarde, los viernes que esperábamos a Marc y Pol  en la salida del colegio, en la puerta con todos los bártulos, dispuestos a desplazarnos al circuito de turno a entrenar sin más. A los largos fines de semana se sumaban los días festivos con los que ya contábamos, hasta completar todos los días disponibles para entrenamientos. Durante más de un año fue así, día tras día, semana tras semana, mes tras mes. Hiciera sol, lloviera o helara, nos separaban casi 200 km de la casa de Cadaques hasta el circuito dónde entrenábamos. 

“Los sábados nos despertábamos a las seis y media de la mañana, desayunábamos y sin mediar palabra, zarpábamos rumbo al circuito para estar allí antes de que abrieran, a eso de las diez”

A las cinco de la tarde nos disponíamos a regresar a casa, nos sentíamos todos repletos de sensaciones y anécdotas, de sentimientos encontrados, era el momento de analizar la jornada, exponer inquietudes y sacar las cosas buenas y malas que se habían acontecido durante las dos o tres intensas jornadas de entrenamientos. A medio camino, un silencio se apoderaba de la furgoneta en la que hacíamos los desplazamientos, Marc, Pol y a menudo también Ángeles, caían en el más profundo sueño a causa del cansancio y tensión acumulada, este ritmo era francamente duro, pero con ganas e ilusión uno es capaz de mover montañas. Empieza la semana, Marc y Pol se enfrentan al lunes, el primer día de la semana después de más de 400 km de viaje a sus espaldas, 200 kilómetros pilotando, además de las tareas propias de cargar, descargar, limpiar y recoger. El día a día de Marc y Pol, exigía tambien otras obligaciones, las propias de unos chavales de 13/14 y 11/12 años: ir al colegio, hacer los deberes, estudiar, a más de hacer deporte y por supuesto jugar. Así, martes, miércoles, jueves y viernes, día en que a una en punto, iniciábamos de nuevo la rutina de la competición. El curso escolar pasa muy rápido, y si al trayecto al colegio le añades más de 100.000 km y 700 horas de pilotaje el primer año de entrenamientos te aseguro que ves pasar el tiempo de otra manera, completamente diferente, cada décima de segundo, cada segundo, cada minuto y cada hora cuentan, es cuando valoras lo que tienes, lo que haces y lo que eres.

“Sientes realmente que todo ese tiempo que estas dedicando a alcanzar tu sueño te está forjando como un soldado en el campo de batalla”.

Había llegado el momento de poner más medios, nuevos coches y contar con un buen equipo de competición. Marc inició su actividad como piloto en un equipo muy profesional, Karting Club los Santos, donde pasó sus primeros años, aprendiendo de sus errores, superando sus desilusiones, momentos buenos y malos que éste deporte le hacía pasar. Pero una vez dentro, ya no puedes escapar a no ser que tires la toalla para siempre. Cuando ganar no ha estado a tu alcance a pesar de ir siempre en una buena línea regular, cuando has visto escapar tantas veces el podio por diferentes causas, unas más justas que otras, te das cuenta que no todo depende de ti, que los resultados llegan cuando todo encaja a la perfección, entonces te sientes seguro, te sientes bien, apoyado, decidido a darlo todo. En esos instantes quizás sea solo el azar quien haga que estés más arriba o más abajo, que ganes o pierdas. Fueron unos años duros, muy sacrificados, con muy pocas recompensas, pero a pesar de todo sacábamos fuerzas para seguir adelante con nuestro sueño, un sueño del que no nos íbamos a alejar lo más mínimo. 

Esa era la promesa que tanto Marc como yo celosamente compartimos. Llegaron los Campeonatos: Catalunya, Asturias, España donde Marc participaba ya en la categoría Senior KZ2,  6 intensos años sin tregua, participando de manera constante y muy regular, una y otra vez, una y otra vez,…hasta que en el año 2018 Marc empezó a forjarse de verdad en otros circuitos europeos junto a pilotos mucho más experimentados que él, los mejores pilotos de KZ del círculo Europeo.  

El 2019 fué el año decisivo, iba a correr entre los más rápidos: Alemanes, Holandeses, Italianos, Franceses,…Marc, entonces descubriría lo que era sumergirse en un océano rojo, lleno de tiburones voraces, conocedores de su hábitat, que difícilmente se dejarían capturar por nadie y donde la ley del más rápido, más fuerte y avispado no te permitía ni un solo fallo. Circuitos como el de Oschersleben, Kerpen, Genk, Waerdorf, Ampling eran su campo de batalla, y el Campeonato de Alemania ADAC y Campeonato Europeo DKM las banderas por las que luchar, costara lo que costara. Para poder participar en todos estos circuitos, mientras Marc seguía sus estudios en España, a la mayoría de carreras debía desplazarse solo o en compañía de su hermano Pol. Mi mujer y yo debíamos atender nuestro pequeño negocio de Cadaques, que era el sustento de nuestro sueño y el de nuestros hijos. Cuando Marc llegaba a Alemania, en el aeropuerto le esperaba su equipo de competición con el que participaba en las carreras y al que solo veía para los entrenamientos oficiales y los días de carreras.

Esta manera de participar en las carreras sin tener a su familia, madre, hermano, padre y manager junto a él, sin duda, ha convertido a mi hijo en un joven maduro, un piloto duro y audaz,  un verdadero superviviente capaz de soportar y superar situaciones difíciles  y adversas con las que se ha encontrado y con las que sabe que se va a encontrar. 

Este camino no es un camino de príncipes, ni tampoco Marc es un Príncipe, sabe muy bien de dónde viene, sabe el esfuerzo que hemos hecho para llegar hasta este momento, para llegar hasta aquí, 5 de los mejores años de nuestra vida apostando, inculcando, educando y forjando como piloto a un niño de 11 años que ha pasado su adolescencia y ahora su juventud inmerso en un mundo reservado para pocos y dónde es muy difícil y duro mantenerse si no estás preparado  y mentalizado para ello. Mientras sus compañeros de la escuela, las chicas del barrio de Cadaques, su amigo José María han seguido sus vidas por otros derroteros, ellos saben lo que es divertirse, estudiar lo que les gusta, disfrutar del tiempo libre con la familia y con los amigos.

Marc encuentra a faltar el pasar el día entero hasta caer la noche con sus amigos y amigas en la playa, sin otra preocupación que ver la puesta de sol de Cadaques en buena compañía

EL FUTURO YA ESTÁ AQUÍ

Aurelio cuenta que Marc empezó dos años atrás, dibujando su futuro inmediato dentro de la gran competición. “Siente la llamada de los grandes circuitos”, aunque Marc no había acumulado grandes resultados, en la KZ más allá de séptimos puestos, tiene una excelente preparación. Para un piloto el Karting es el mejor entrenamiento que puede hacer para completar su formación, preparación física y psíquica. Todo buen piloto debe prepararse conduciendo en Kart por muy pesado, agresivo y duro que sea de practicar. Por él han pasado todos los mejores pilotos de Fórmula 1: Schumacher,

Fernando Alonso, Alexander Albon y Max Verstappen, Pierre Gasly y Daniil Kvyat, Lance Stroll y Sergio Pérez, Daniel Ricciardo y Nico Hulkenberg, Carlos Sainz y Lando Norris, Robert Kubica y George Russell, Romain Grosjean y Kevin Magnussen  Lewis Hamilton, Valtteri Bottas, Sebastian Vettel, Charles Leclerc y Kimi Raikkonen,… 

Este es sido sin duda el sueño de Marc.

Si verdaderamente quieres llegar a ser piloto de alta competición a igual que en otros muchos deportes de élite, has de sacrificar tu vida para ello, poniendo el foco en ser el mejor. Para ello has de dejar de lado muchas cosas importantes de tu vida, has de escoger qué camino seguir, para que el día que logres hacer tu sueño realidad, tengas la seguridad que vas a disfrutarlas de verdad, como nunca antes habías imaginado. Cada sueño, cada proyecto, tiene su momento y debes saber escoger el que más te conviene ahora. Marc está ahora en el mejor momento de su vida, forma parte de un gran equipo de competición donde sin duda va a dar lo mejor de sí, al igual que toda su familia, amigos y Equipo de Apoyo al Piloto del proyecto MARC LÓPEZ RACING, que junto a los partners y sponsors que deseen formar parte de “AHORA ES EL MOMENTO” vamos a alcanzar la meta que nos propongamos, por difícil que esta sea.

GT4 EUROPEAN SERIES 2022

MARC LÓPEZ RACING

Aurelio López
Manager

www.marclopezracing.com